KINGSTON, Ont. — Un par de toques accidentales y Shirley Lima no se podía creer su suerte.
“Sigo en shock,” Shirley Lima dijo al Kingston Whig-Standard en su apartamento de Amherstview, Ontario. Su humilde casa está llena de fotos de sus 12 nietos, pero ahora también de un gigantesco cheque de $33.858.
La abuelita había ido al OLG Casino Thousand Islands el 17 de julio porque se celebraba un día especial para ancianos. Intenta ir todas las semanas, cuando se lo puede permitir, y juega a las tragamonedas de un penique. La visita fue como siempre, pero tras ganar algo de dinero, se pasó de las apuestas de un penique a las de cinco céntimos.
“Cuando fui a tomar mi Pepsi debo de haber pulsado sin querer el botón de apuesta máxima y el botón de giro, fue un accidente” dijo Lima. “Aposté $11,25, sin saberlo. Estaba bebiendo mi Pepsi, pulsé un par de veces sin querer, recibí 34 giros gratis y pensé, “Oh, Dios mío, ¿pero qué hago yo apostando $11,25?’ ”
No me lo podía creer.
Con los giros gratis supuso que podía conseguir algo de los $11,25 de vuelta, pero no se esperaba lo que pasó después.
“Los rodillos giraron durante un rato, después me dieron 160 giros, lo que puso el valor en metálico en ese punto a $6.000,” dijo Lima. “No me lo podía creer.”
Con el corazón latiendo y la respiración entrecortada, Lima estaba tan en shock que necesitó salir para fumar un cigarro y una dosis de su inhalador. Cuando volvió, había un montón de gente alrededor de la máquina esperándola. La máquina volvió a girar, dando más de $16.000. De nuevo, tuvo que volver a salir a tomar el aire.
“Seguía girando y girando y girando,” recuerda Lima. Giró tanto rato que le dio tiempo a salir a fumar otro cigarro, comprar unos tickets de lotería (para intentar capitalizar su suerte) y comprar un café.
“Tuve que usar mi inhalador varias veces, me daba la sensación de que me iba a dar un infarto. Estaba súper excitada y totalmente en shock,” dijo Lima. “Cuando paró de girar, tenía $33.858. No me lo podía creer.
“Era un error, un error de los buenos.”
Con las ganancias, Lima y su marido Jack Byford se irán de viaje, están pensando en el Casino Rama Resort cerca de Orillia, Ontario, o el Niagara Falls’ Fallsview Casino Resort.