Cualquier jugador de máquinas tragamonedas en 1970, se acordará de aquellos tiempos oscuros en los que tendías que cambiar los billetes por monedas antes de poder jugar. En todas partes en las casas de juego y casinos había papeles de los paquetes de monedas, y desenvolver esos paquetes en algo parecido a un ritual. Algunos jugadores retrógrados, todavía recuerdan este procedimiento. Sin embargo, la mayoría de los amantes de las tragamonedas, las dejaron de lado cuando introdujeron los receptores de billetes a mitad de 1990.
Estos receptores de billetes facilitan el proceso de juego: los jugadores no tenían que encontrar formas de conseguir las monedas, en su lugar, simplemente introducía los billetes en su ranura y empezaban a jugar.
Al igual que con los créditos, estos receptores no fueron aceptados inmediatamente por todos. Una fuente de criticismo, si bien incrustó a muchos otros jugadores, es la velocidad del juego. Muchos amantes de las tragamonedas decían que ver sus fondos es más fácil cuando juegas con monedas y pulsaban el botón de comprar tras insertar la moneda y así jugar por así decirlo, desde la bandeja, como se hacía en los viejos tiempos. Pronto veremos que esta acción no estaba destinada a quedarse mucho tiempo. Nos guste o no, los receptores de billetes causaron un gran impacto en las máquinas modernas.