Tras las máquinas tragamonedas E2000 lanzadas por Bally y S-Plus de IGT en la década de 1980, emergió una nueva estrategia de mercado para maximizar los beneficios de las tragamonedas en forma de clubes de juego para los patrones de casino.
Los clubes de juego que aparecieron en Atlantic City usaban un programa para monitorear a sus clientes similar al que usan en las aerolíneas. Los clubes de juego monitoreaban la actividad de sus jugadores y animaban a los jugadores activos con la ayuda de un módulo especial informático que leía la información almacenaba en las máquinas tragamonedas.
De esta forma los casinos recibían información sobre quienes gastaban más en las máquinas y les daban premios y privilegios que antes solo podían obtener los jugadores ricos. Los jugadores de tragamonedas recibieron comidas gratis, habitaciones de hotel, regalos y otros privilegios en cuanto metían las tarjetas de su club en la tragamonedas.
Hoy en día, sistemas monitorizados sofisticados como las ‘e-Series’ y ACSC usadas en Bally que están vinculados con el Slot Data System (SDS), Integrated Gaming System (IGS) en IGT; Wizard in Acres, recientemente adquirido por IGT, y popular OASIS usado por Aristocrat hizo posible que los jugadores obtuvieran recompensas monetarias directamente de las máquinas, usaran teclados para pedir una mesa en un restaurante y pudieran ganar premios que nunca podrían haber ganado en los clubes.